Para alguien que busca cometer una intrusión, es increíblemente fácil forzar una cerradura. De este modo entran en zonas comunes de los edificios o garajes que les permiten acceder a las viviendas sin ninguna dificultad.
Con un sistema de control de accesos para edificios, sólo podrán acceder a la comunidad de vecinos aquellas personas autorizadas. Además, podrás contar con un registro de todos aquellos que han accedido.