Tras varios meses de trabajo, las persianas de la sala de reuniones permanecen completamente cerradas. Ha llegado el momento de presentar un nuevo producto revolucionario cuyo proyecto, de momento, ha de quedar entre los asistentes a la reunión que se está llevando a cabo. Han tomado las pertinentes medidas de seguridad, pero no han contado con una de las más importantes: hay una cámara IP instalada en la sala.

Dos días después, la empresa recibe un correo anónimo. Han hackeado la cámara IP de la sala de reuniones y tienen las imágenes. Los hackers están dispuestos a hacerlas públicas, truncando así todos los planes de lanzamiento del nuevo producto. Para evitar esta filtración, piden una recompensa de miles de euros. El director general, cada vez más nervioso, comienza a dar vueltas a todas las preguntas que debería haberse planteado para evitar este desastre: ¿Pueden hackear una cámara IP? ¿Debería saber más acerca de su funcionamiento para prevenir ataques? ¿Cómo podría prevenir este tipo de incidentes en un futuro?

¿Qué es una cámara IP?

Aunque no es el caso de todas las personas que cuentan con instalaciones de videovigilancia en sus propiedades, sí es cierto que a veces contratamos un servicio (en este caso una instalación de cámara IP) y nos desentendemos del resto. Siempre es bueno conocer un poco más acerca de las instalaciones con las que contamos, ya que a la hora de cualquier inconveniente, un conocimiento básico puede salvarnos de pasar por un gran apuro.

En este caso, a modo simple, una cámara IP es un dispositivo de videovigilancia que puede ser controlado y visionado mediante una red WiFi. Es decir, si instalamos una cámara IP en nuestra casa, oficina, etc., tenemos la capacidad de ver las imágenes que graba en tiempo real desde cualquier dispositivo móvil, en cualquier parte del mundo (siempre y cuando dispongamos de cobertura). Esto supone una enorme ventaja a la hora de extremar la seguridad, pero debemos tomar una serie de precauciones para evitar cualquier tipo de riesgo.

De qué manera pueden acceder a tu cámara IP

A simple vista, y sin pensarlo mucho, puede parecernos algo bastante complicado. Pero lo cierto es que acceder a una cámara IP puede ser tan sencillo como acceder a la red WiFi a la que está conectada.

Hoy en día existen varias aplicaciones que averiguan en cuestión de segundos la contraseña de cualquier router WiFi, y una vez dentro es igual de fácil averiguar la dirección IP de acceso a la cámara.

Quizás la barrera más “complicada” de traspasar sea el nombre de usuario y la contraseña que permite el acceso a la visión de la cámara a través de la dirección IP. El problema es que un gran número de usuarios no cambian las contraseñas por defecto que traen las marcas y que, además, están publicadas por toda la red y accesibles a cualquier persona.

Uniendo estos factores, la tarea de hackear una cámara IP podría llevar unos 5 minutos a cualquier persona con conocimientos mínimos en redes, lo que supone una grave amenaza para la seguridad de, paradójicamente, nuestro sistema de seguridad.

Consejos para evitar un hackeo de la cámara IP

Si bien es cierto que hackear una cámara IP puede resultar peligrosamente fácil, también debemos saber que podemos evitar este tipo de ataques llevando a cabo unas sencillas medidas de seguridad. Entre otras, algunas de las más rápidas y eficaces que podemos tomar son:

  • Cambiar la contraseña establecida por defecto. Tanto nuestro router wifi como nuestra cámara IP, vienen con una contraseña establecida por defecto. Es muy importante cambiarlas al momento de comenzar a utilizarlos y, además, renovarlas de forma periódica cada 2-3 meses. De este modo, fortaleceremos la barrera de protección de acceso a nuestros dispositivos.
  • Cambiar el nombre por defecto del router. Cuando instalamos un router WiFi, lo normal es que en las redes disponibles nos aparezca con un nombre dado por defecto (generalmente el de nuestra operadora seguido de números y caracteres). Podemos cambiar el nombre de forma muy sencilla desde los ajustes de red, y así dificultaremos el acceso a “invitados” no deseados.
  • Aplicar todos los ajustes de seguridad recomendados por el fabricante. Puedes consultar en las especificaciones del dispositivo, o preguntar al instalador, cuáles son los ajustes de seguridad recomendados para evitar ataques en el modelo instalado. Al seguirlos, te asegurarás una mayor barrera para los ciberdelincuentes.
  • Contar con un firewall y antivirus actualizados y fiables. De este modo evitarás el acceso de malware a tus dispositivos, lo que impedirá que puedan controlarlos de forma remota y acceder, por tanto a tus cámaras.
  • Contratar a un instalador fiable. A la hora de instalar una cámara IP, lo más seguro es contar con una empresa de seguridad homologada y con experiencia en la instalación de este tipo de dispositivos. Quizás puedan ser instalados por cualquier persona, pero así nos expondremos al riesgo de dejar las “puertas abiertas” para el fácil acceso de cualquier ciberdelincuente.